Los seres humanos, desde que empezamos a utilizar nuestra capacidad de razonar, nos encontramos con la regla de que «todo lo debemos hacer con absoluta perfección». Es el ideal al que estamos llamados.
Algunos hemos asumido esta regla militarmente, al punto de ser tildados como «perfeccionista». Una persona perfeccionista no admite un error en su modo de actuar, de pensar, de hablar, de comportarse, etc.
Sin embargo, es importante saber que equivocarse no es un error. Porque te permite crecer como persona. No es un error porque te hace distinto, te ayuda a darle un retorno (feedback) a tu vida y evaluarla para sacar lo mejor de ti.
Equivocarse realmente es de humano; y te hace más humano en la medida en que logres aceptar que no tienes la verdad absoluta en tus manos, que no eres la máquina perfecta que actúa sin cometer una falta, que no eres aquel cuerpo frío y calculador que tiene todo controlado.
Nuestro mundo, actualmente, necesita más personas humanas, capaces de aceptar que están presto a la equivocación, a cometer faltas, a dar un veredicto errado, hacer juicio de valor de manera inapropiada. Una vez aceptada dicha condición, se tornará más fácil el pedir perdón, el disculpar a otros; será posible crecer.
¡Que esta semana puedas permitirte ser más humano, aceptando tu condición y reparando aquello que, posiblemente, has quebrantado con tu modo de ser!
¡Feliz inicio de semana!
Edison GT.