Luis Manuel de Peña
Abogado
luismdpr08@gmail.com
(Santo Domingo, D.N., 16 de octubre de 2019). En el acto del Pacto Patriótico de 1996, el presidente de ese momento, Dr. Joaquín Balaguer, dijo que ―Por el lado izquierdo se va al caos― mientras que por el ladoderecho, refiriéndose al Dr. Leonel Fernández, ―se va a la democracia, al progreso y a la estabilización de las instituciones― además, dijo que ―los números no mienten y las matemáticas aun conservan su valor― por lo que aseguró de manera firme y contundente que ―el camino malo está serrado―.
Ese camino malo es el grupismo que quiere controlar por todos los medios el sistema político, económico y social en la República Dominicana e instalar una dictadura.
Las palabras del Dr. Balaguer guardan vigencia al día de hoy, porque el progreso, la estabilidad de las instituciones y la democracia están en peligro, al encontrarse en mano de un grupo que se está ahogando en el telonio del Poder.
Recientemente, un grupo de políticos haciéndose representar por el “Comité Político del PLD” han cometido el error que la historia le cobrará muy pronto, el de maltratar la imagen del político más brillante de República
Dominicana, América Latina y el Caribe de este siglo XXI, el excelentísimo y honorable presidente Dr. Leonel Fernández Reyna.
Traidores en la historia política dominicana
La historia sigue su curso, por lo que es necesario dar un paseo por la misma, para evitar más errores políticos en el presente y en el no muy lejano futuro. Esto es para los que no tienen memoria histórica: en el siglo XIX
Ulises Heureaux, mejor conocido como (Lilís), después de haber recibido el apoyo del general Gregorio Luperón para alcanzar la presidencia de la República en 1882, decidió traicionar a su mentor. Con su ego de dictador y su mal manejo de la administración pública, llevó al país a la quiebra, lo que dio paso a su final al
ser asesinado el 30 de abril de 1899.
Otro traidor y dictador lo fue, Rafael Trujillo, que sin piedad despojó de la presidencia de la República a don Horacio Vásquez. Trujillo se adueñó de la producción económica, el poder militar, la justicia, en fin, la República era su finca, pero todo terminó para él un 30 de mayo de 1961.
Ambos traidores y dictadores fueron despojados del poder por la fuerza feroz de valientes dominicanos.
Bosch, Fernández y los traidores
De ese trajinar de la vida política, el profesor Juan Bosch, fue víctima en más de una ocasión, al ser agraviado por un grupo de ingratos y mal agradecidos que los traicionaron dentro del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD). A pesar de lo ocurrido, don Juan, al ser un hombre honesto, con principios y valores bien arraigados, siguió su camino político y fundó un partido nuevo llamado Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en el que formó a sus colaborares más cercanos, para que ellos, a su vez, formaran a otros dentro de círculos de estudios políticos de cuadro.
Dentro de los colaboradores políticos cercanos al profesor se encontraba el joven Leonel Fernández, quien con el paso de los años fue ascendiendo y, se convirtió en un detonante dentro de ese círculo, al poseer talentos y
virtudes superiores a las de la mayoría de sus compañeros. Pues algunos de ellos se apandillaron desde mediado de los años 80 por motivo de envidia, hasta llegar a conspirar y cometer agravios en su contra. Pero el
discípulo de don Juan seguía trabajando a favor del PLD y de sus compañeros agresores.
En ese partido se formó el joven político y carismático Leonel. Creció como intelectual y académico. Esa formación les permitió ayudar a sus compañeros. Por su capacidad de análisis, su empatía, su dote de comunicador, además de escritor de artículos sobre temas trascendentales, Leonel se convirtió en el
discípulo número uno (1) del profesor Juan Bosch.
Su disciplina y lealtad dentro y fuera de esa organización política, permitió que el abogado de 43 años fuera impulsado por el Dr. Balaguer y el profesor Juan Bosch a la presidencia de la República en 1996. Desde ahí, con mucho sacrificio y tesón llevó a sus compañeros a ocupar los puestos más importantes dentro de la Administración Pública, eso se tradujo en que ellos (los que hoy son figuras de renombre, ministros y empresarios) salieran de la pobreza casi extrema en que vivían.
Es a ese Leonel Fernández que hoy desprecian dentro del PLD. Al joven que envejeció sirviéndole días, noches, madrugadas y años al partido que hoy un grupo tiene secuestrado.
El legado del Dr. Fernández no se puede borrar de un plumazo. Porque entre 1996-2000 y desde el 2004 hasta el 2012, nunca le cerró la puerta a sus conspiradores que convivían con él dentro y fuera del Palacio Nacional y
en el partido, al contrario, siempre supo distinguirlos con puestos y favores, porque entendía que cada miembro del PLD merecía ser respetado y valorado, dejando atrás los asuntos personales.
Volvamos a la historia política y a sus actores, también volvamos a la realidad que hoy vive la República Dominicana. Es hora de que el pueblo dominicano revise su historia y ponga a cada cual en el lugar que les corresponde.
Hoy políticos sordos, mudos y ciegos desconocen todas las victorias electorales en las que el estadista enfrentó con firmeza a la oposición. También olvidan que él cargó a Danilo Medina hasta llevarlo a la presidencia de la República en el año 2012.
Quienes han traicionado y humillado al Dr. Leonel Fernández, deben revisar la historia, para que no cometan los errores de los políticos mencionados en el siglo XXI y XX.
Usar el poder político y económico contra un
estadista puede traer como consecuencia que la mayoría del pueblo dominicano se concentre en una sola fuerza política para sacar del poder a los agresores que han dejado de lado los principios y valores del profesor Juan
Bosch.
Finalmente, el Dr. Fernández, no debe permanecer al lado de traidores, ingratos y avaros, porque se contaminaría hasta poner en peligro su nobleza.