Fragmento de documento del Departamento de Planificación y Proyectos de ADR

Con motivo de la conmemoración del 3 de diciembre, Día de las personas con discapacidad, la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) afianza su compromiso con la causa y fortalece su liderazgo, como pionera en la atención integral de personas con discapacidad. De igual manera entiende que es importante continuar propiciando la sensibilización sobre la necesidad de una mayor inclusión social de las personas con discapacidad.

Para cumplir con este sentir, cada uno de los 33 Centros que conforman la red de atención de la ADR realizará diversas jornadas y actividades de interés para los usuarios de los servicios, dirigidas a fomentar la participación e inclusión social, familiar, educativa, formativa, laboral y deportiva.

El origen del Día Internacional de la Discapacidad, se remonta al año 1992, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proclamó el día 3 de diciembre de cada año “Día Internacional de las Personas con Discapacidad“, bajo el lema “Igualdad y Plena Participación”, como medio para contribuir a mejorar los niveles de sensibilización social para la integración de las personas con discapacidad.

En este siglo los organismos internacionales han dictado otras importantes resoluciones, legislaciones y reglamentaciones que trazan las políticas mundiales en materia de discapacidad que garantizan igualdad de derechos e integración socio-laboral plena.

En la República Dominicana luego de décadas de esfuerzos, a través del CONADIS, mediante Decreto 925-02 se declara el día 3 de diciembre como Día Nacional de la Discapacidad.

Al margen de los avances legales que favorecen el colectivo, hay que entender que la situación de la “discapacidad” no tiene su solución exclusiva: en la propia persona con “discapacidad”, en la familia, en los centros de rehabilitación, en las asociaciones de “personas con discapacidad”, en hospitales, clínicas, escuelas regulares o especiales, ni en empresas o talleres.

Esta solución, forma parte de un componente transversal que tiene implicaciones multisectoriales de causas y efectos, y que se pone de manifiesto desde muy temprana edad y durante todo el transcurso de la vida cotidiana.

No es casual que los procesos de Rehabilitación y/o Habilitación deban constituirse en un componente de los servicios básicos a nivel público, privado y de las organizaciones no lucrativas. Estos involucran la salud, la educación, el trabajo, la accesibilidad, la tecnología, la asistencia social, vivienda, medio ambiente, la cultura, la comunicación y el deporte, entre otros.

Por lo que es necesario lograr una efectiva coordinación con las autoridades y organismos públicos correspondientes, en especial con los sectores de salud, educación y trabajo.

Esto tiene su motivación en las fases que tradicionalmente han sido consideradas como parte de todo proceso de habilitación y rehabilitación: La Medicina de Rehabilitación, la Educación Especial y la Rehabilitación Profesional (Formación y Empleo).

Es un compromiso de todos participar en el proceso de construcción de una sociedad más accesible y equiparada para garantizar adecuadas oportunidades a las personas con discapacidad. Solo así tendremos una sociedad cada vez más inclusiva.